domingo, 18 de enero de 2015

Entrevista a Antonio Skarmeta



ENTREVISTA A 
ANTONIO SKARMETA, PREMIO NACIONAL DE LITERATURA AÑO 2014

A.S.:  “Noviembre  2012,  Santiago de Chile, Las Condes, ruido ambiente”

C.T.:  ¿En que lugar naciste?

A.S.:  Nací en el puerto de Antofagasta, en el Norte de Chile, entre el desierto y el mar.  Lo importante en mi biografía es que el desierto es un lugar quieto que te dice que allí todo termina, y el mar es un lugar que te insta a irte.  Quedarme en mi país e irme, entre la quietud del desierto y la inquietud del mar.  Irme y volver, esa ha sido mi vida.

 C.T.:  ¿Hasta que edad  permaneciste en Antofagasta?

A.S.:   En la provincia de Antofagasta, estuve hasta los ocho años, después residí en Santiago y posteriormente me fui a vivir a Argentina, a la ciudad de Buenos Aires.  Después volví a Santiago, donde hice la enseñanza secundaria  y estudié en la Universidad de Chile, luego viaje a  Nueva York haciendo un post grado en  Columbia University y  los estudios de graduados. Cuando volví a Chile en Santiago trabajé como profesor en la universidad enseñando literatura.

C.T.:  ¿A que edad empezaste a escribir?

A.S.:   Temprano: prácticamente comencé a escribir, a decir versitos y a escribir poemas,  también a contar historias en el barrio donde vivía en Buenos Aires, a los diez años, y de ahí no he parado.




C.T.:  ¿Pero en el colegio te incentivaban para escribir?

A.S.:   Muchísimo, no solamente en el colegio, sino en la escuela primaria en Argentina. Los profesores vieron que me interesaba  la literatura, los cuentos y la poesía. Además me incentivaron dándome premios escolares y me regalaron  libros, entre ellos  uno que fue fundamental para mi,   “Martín Fierro” de José Hernández, libro emblemático de la literatura argentina que  llegue a conocer y a recitar muy bien.  Estando en Chile, estudié en el Instituto Nacional, un liceo ligado la historia republicana chilena; allí participe muy activamente en la Academia de Letras y después cuando estaba en el último año del colegio llegué a ser su Presidente, siendo siempre muy estimulado por los bibliotecarios, por los profesores, por mi familia y por mi padre.  Digamos que no fui incomprendido por ser escritor, sino al contrario fui alentado por todas partes. 

Después hice muchos viajes por América Latina, buscando siempre la aventura. Buscaba estar expuesto, desprotegido del hogar, de la familia, de los amigos, ya que pensaba que esa era una buena escuela para un escritor.   Allí  tuve experiencias tristes, de soledad, de angustia, de falta de dinero, pero también recibí mucha ternura, amor, afecto, acogimiento.  La literatura  fue para mi un espacio vital y siempre ha sido un espacio de gran felicidad; esta felicidad de escribir crea un equilibrio en mi.  Una vez muy tempranamente, cuando escribí mi segundo volumen de letras, un crítico argentino, muy inteligente y prominente comentó mi libro que se llamaba “Desnudo en el tejado” y el titulo que le puso al análisis era agudo: “La felicidad de la letra”  o sea la felicidad de escribir. Así que no esperes de mi una biografía atormentada.

CT.: ¿Después de la Universidad de Columbia, tu ya vislumbrabas que tu camino era ser escritor?

No, eso fue mucho antes.  Yo ya estaba escribiendo a la edad de los nueve años y ya en la secundaria no tenía otro propósito que ser escritor .  Terminada mi educación secundaría no estudie literatura porque no quería ser profesor de literatura, sino escritor, así que estudié filosofía y me gradué en filosofía. Cuando me fui a New York a estudiar literatura ya habían publicado mi primer libro  y  había escrito mucho.

Estudié en la Columbia University en el Departamento de Español y Portugues, donde tuve excelentes profesores entre ellos el hermano de García Lorca, Francisco García Lorca  y Gonzalo Sobejano que fue mi maestro de la literatura medieval española, del renacimiento, del Quijote, graduándome ahí.

CT.:  ¿En Nueva York estudiaste teatro con Paul Kozelka del Actor Studio? 

Eso aparece en un biografía de Google, eso que aparece en Google es de alguien que no tiene idea. Los datos que ahí se ponen son erróneos;  yo nunca corrijo esas cosas; además no me interesan ni el twiter, ni el facebook, ni wikipedia, No corrijo simplemente, porque no hay como determinar cual es la información buena y cual es la información mala. Es una lucha inútil ponerse a corregir.  Podría ser muy bueno una especie de bussiness class, donde los artículos que aparecen están probados  en su veracidad y en la calidad de su información, lo que no sucede con Google, ni con Wikipedia.

En Columbia University había una clase que uno podía tomar alternativa, allí tomé un curso de actuación con un profesor que había sido alumno de Paul Kozelka del Actor Studio, eso fue  todo.  No era que yo actuara con James Dean o Marlon Brandon en el Actor Studio.

CT.:  Hiciste clase en la Universidad de Chile e integraste el MAPU en el año 1964.

Creo que no, en el año 1964 yo estaba más interesado en la vida hippie, en el jazz y en el rock and roll. El MAPU era una fracción  de la Democracia Cristiana y su accionar fue algo más tardío, previo a la elección de Allende, ellos eran los que tenían mas vocación socialista en la Democracia Cristiana. El MAPU era un partido nuevo donde se reclutaban fuerzas jóvenes; básicamente estaba compuesto de intelectuales y profesionales. En la universidad este partido cundió mucho entre los estudiantes. 

CT.:  Cuando regresas a Chile trabajas después como director de teatro en el Instituto Pedagógico.

Si, en el Instituto Pedagógico, en la Facultad de Filosofía de la Educación tenía un grupo de teatro consolidado hacía mucho tiempo, yo tomé la dirección de ese grupo, Era un teatro amateur universitario.  Dirigí obras de teatro clásico, por ejemplo “ La Dama Duende“ de Calderón de la Barca y también presenté textos de vanguardia que traje de Estados Unidos, por ejemplo “La historia del Zoológico” de Edward Albee, y otras obras que no se habían dado en Chile y que yo traduje para poder presentarlas.


CT.:  ¿El teatro te gustaba más como para dirigir o como para actuar?

Me gustaba más para dirigir pero también actuaba  en papeles secundarios; me gustaba sentir la dirección desde dentro de la escena, como la iba percibiendo el público, eso es algo que uno nota, lo mismo que un director que esta dirigiendo una orquesta, está mirando a los músicos pero también está sintiendo como le llega la música.  Tu transformas la actuación en un dialogo, no solamente con tus compañeros de actuación, sino con quien te está escuchando y mirando.  Por ejemplo en la obra de Calderón de la Barca, yo actuaba como uno de los criados de los caballeros, que era el que siempre se metía en líos, al que le hacían bromas, quien siempre estaba medio muerto de hambre, y a quien el amo lo agarra a palos por las tonterías que hace.

CT.:  Tu obra ha sido publicada en 30 idiomas.

En rigor, mis libros han sido publicados en 35 lenguas.

CT.:  Has trabajado en televisión y formaste parte del programa de literatura en el canal de la Universidad de Chile llamado “Libro Abierto”.

Si, pero no tuvo ninguna importancia, por ser un programa chico, con poca audiencia.  El programa que si tuvo trascendencia  cuando vuelvo de Alemania, en 1990, fue “El Show de los Libros”,   Duró aproximadamente diez años.

CT.:  Y porque se acabo si era tan exitoso?

Bueno, por dos motivos, Yo me fui de embajador de Chile a Alemania, y cuando volví tenía otros proyectos, ninguno relacionado con la televisión.  En otra entrevista me preguntaron si quería volver a la televisión y conteste claramente que no.

CT.:  En el exilio por el Golpe Militar, tu te vas a Argentina por un año y publicas un libro.

Antes del Golpe de Estado se público ese libro en Marzo del 73 en Argentina, el Golpe fue en Septiembre del 73.  Yo comencé a publicar en editoriales no chilenas y “ Tiro libre” se publico en Argentina llegando muchos ejemplares a Chile .Cuando volví desde mi exilio de Berlin Occidental en Alemania, mi padre me dijo “mira anda a la bodega porque yo te guardé unos libros que llegaron de Argentina para ti”.  Allí había cien ejemplares de “Tiro Libre” que estaban en paquetes de a diez y que después fui regalando a mis amigos. Ese libro no se editó en Chile, pero sí hubo un par de críticas literarias por que la editorial las mandó por via aérea. Una de las críticas  fue la de Ignacio Valente del diario El Mercurio pero el libro no alcanzó a circular por Chile.  La editorial Random House Mondadori  lo repúblico en Chile, en America Latina ,y en España posteriormente.

CT.:  En Alemania Occidental te dedicas al cine y a enseñar guiones en la Academia Alemana de Cine en Berlín y ahí empiezas a construir la historia del cartero de Neruda.

La historia de “El cartero de Neruda” la escribí viviendo en el exilio en Berlin, básicamente motivado por la nostalgia de Chile y por la presencia que añoraba de la relación de los intelectuales y la poesía, que era tan fuerte en Chile; el paisaje de la Cordillera,  del mar, el humor chileno, la ternura del pueblo que había sido  humillado y reprimido. Diría que escribir “Ardiente Paciencia”  fue como recuperar por un momento mi Chile esencial, lo más querido; esa fue para mi como una exposición de mis afectos.


CT.:  ¿Triunfaste en el cine con este guión?

“Ardiente Paciencia”  fue una película que yo dirigí en 1983, con mi propio guión y dirección; la filmé en Portugal con actores chilenos, Esa película fue exhibida en los canales de televisión europea, ganando premios en los festivales de cine a la que fue presentada, Huelva y Biarritz , además la eligieron mejor película extranjera en Francia ese año . Mas la película que tiene gran éxito mundial y  que fue nominada a cinco Oscar, es otra versión, la dirige Michael Radford,  y es una producción francesa italiana conocida como “Il Postino”.

CT.:  ¿Por qué le cambiaron el nombre?

Por una razón bien simple, Antes de que se hiciera la película conocida mundialmente y producida por la gran industria del cine.de Michael Radford.  “Ardiente Paciencia” era un libro que ya se había publicado  en quince idiomas. La editorial de Italia era Garzanti,;ellos le pusieron el título “Il Postino di Neruda”, porque era un titulo que según ellos les sonaba bien. Cuando los coproductores franceses italianos, contratan mi novela para hacer una película jamás habían oído hablar de  “Ardiente paciencia”. Al final los editores de otros idiomas se sumaron al éxito mundial de la película, adoptando el nombre italiano.

CT.:  Se crea también una opera  del compositor mexicano Daniel Catán, donde cantan Plácido Domingo, la soprano estadounidense Amanda Squititeri y nuestra soprano Cristina Gallardo- Domas.

Cuando hubo la posibilidad de hacer la ópera, quedé un poco desconcertado porque la materia de “Ardiente Paciencia” es tan poética, tan literaria. Por supuesto que pensaba  cómo iría a ser esa ópera. Pero evidentemente tanto la soprano estadounidense Amanda Squititeri,  la soprano chilena Cristina Gallardo y el tenor español Placido Domingo, entendieron muy bien el espíritu de la obra, la idea y el compositor hizo un libreto muy apropiado, tomando elementos de mi novela y de la película de Radford. Por ejemplo, la ambientación está hecha en Italia, aunque mi novela originalmente transcurre en Chile, pero creo que a pesar de la traslación del tiempo y de país,  tanto la película como la ópera están dentro de la letra y del espíritu de mi novela . Quedé muy contento con esas versiones.

CT.:  ¿Que tal viviste la experiencia de ser nombrado embajador en Alemania en el año 2000 durante la presidencia de Ricardo Lagos,

Fue buena en muchos sentidos, por la convicción total  que yo tenía de que el camino político que estaba siguiendo Chile, después de haber derrotado en el plebiscito a Pinochet era el correcto, que había sido correcta la alianza de fuerzas que lograron vencer a Pinochet en el plesbicito: el camino paulatino de vuelta a la democracia que estaba siguiendo la Concertación era el que había que recorrer. Entonces me sentí identificado con el modo que hizo su política. Acepté ser embajador y fue una experiencia buena porque a mi me importa mucho Chile. Por eso he tratado de interpretarlo en varias de mis obras, porque la experiencia del Golpe fue muy fuerte y me siento muy ligado a esa historia. Siento que me corresponde demostrar que en Chile hay democracia y que en Chile se ha  recuperado  la libertad. 

CT.:  ¿Como combinabas el hecho de trabajar como embajador y tu labor de escritor?

Al principio lo combinaba relativamente bien y me guardaba una tres horas aproximadamente para escribir pero en la medida que tu trabajas por una idea de democracia y de desarrollo, trabajas tanto que no puedes seguir escribiendo. Pero en el resto fue todo formidable. La democracia chilena y los empresarios chilenos tuvieron éxito durante  esos años: el que un país chiquito como Chile firmara un tratado comercial  con la Unión Europea, fue algo muy importante, Este tratado tenía que ser ratificado por el parlamento europeo, Esa fue la tarea prioritaria para todos los embajadores chilenos en Europa. Trabajar para desarrollar ese Tratado.  La segunda tarea que fue muy importante para mí fue mostrar nuestra cultura.

CT.:  ¿Escribiste un cuento llamado El Plebiscito”?

Es  una obra de teatro que elaboré de otra manera en mi novela “Los días del arcoíris” y que sirvió de base a la película “No” de Pablo Larraín ,film que fue nominado al Oscar como mejor película extranjera el año 2012, exhibiéndose con mucho éxito en Chile.

CT.:  ¿Cuál de las películas que has dirigido te han dejado más satisfecho?

He dirigido muy pocas películas, “Ardiente Paciencia” es una. En Alemania dirigí una película que se llama “Despedida en Berlín”  de una hora veinte, y también dirigí otra que era un autorretrato de mi vida en Alemania, un documental con algo de ficción, pero no tengo más experiencia que esta.  Tambin ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ailm que Europa.én  se rodó en Venezuela “Pequeña Revancha” ,basada en mi cuento “La composición”y  Fernando Trueba adaptó una novela mía :“El baile de la Victoria”, su libro  “Un padre de película” .(2010) será adaptado a la pantalla grande por el brasileño Selton Mello.  El filme que se conocerà como “A movie life” tuvo un fuerte auge en el pasado festival de Cannes.
CT.: ¿Cómo crees que debería ser la televisión acá en Chile?

Pública y privada

CT.: Hoy día dentro de la televisión pública hay criterios comerciales que dominan el panorama.

Eso es  malo.  Cuando nace la televisión en Chile,  durante el gobierno de un presidente derechista, Jorge Alessandri Rodriguez ,el espíritu con el que se crearon  los canales de televisión universitarios  era el de hacer programas de gran nivel, fomentar, y enfatizar la identidad cultural chilena; poner al espectador en contacto con la gracia, con las raíces, con el futuro de Chile.  Eso fue pervertido por el uso comercial de la televisión, que fue catastrófica en el período de la dictadura;  la dictadura dominó mentalmente a los chilenos a través de la perversión de una televisión fanática y excesivamente comercial  y mucho de eso quedó como un lastre en la época democrática.  Ese es un tema muy complicado porque la crítica a la televisión, es una crítica muy locuaz, muy melodramática. La gente critica diciendo que la televisión está pésima, pero al mismo tiempo le da muy buen rating, buena sintonía, a esos programas pésimos .Los políticos no embisten a la televisión como debieran porque necesitan la pantalla para exponer sus ideas, para darse a conocer. Además muchos políticos se relacionan con estrellas del espectáculo, obviamente para obtener más votos. Por tanto la crítica a la televisión no pasa de ser  una cosa meramente retorica. Habría una posibilidad- que y la considero bastante utópica- de que los movimientos sociales y estudiantiles, que han logrado una cierta movilidad en la política chilena, tomaran el tema de la televisión en sus manos, con mayor pureza y lo pusieran como un tema . Creo que si ellos no lo hacen de esa manera, no va haber cambios en la televisión.



CT.: En los canales abiertos, una vez al día debería haber por lo menos una hora de programas de cultura.

Esto antes se llamaba “La franja cultural”.  Sí, se hizo en otras épocas.  
El gran problema es  que  “hecha la ley, hecha la trampa”,    si los canales 
tienen que  cumplir con la obligación de hacer cultura  ponen algo irrelevante como ser “la dentadura del cocodrilo en el Nilo” , Cocodrilos que juegan, la canción del cocodrilo etc.,¡Todo esto como tema cultural!. Y así le dan vuelta al tema durante una hora, esa es una manera de  despreciar la creación. Los creadores son arrinconados. No están los actores, sino en las telenovelas: una técnica para humillar al actor, porque el actor necesita plata para vivir, por ende tiene que actuar en la telenovela.  Y hay muy poco para actuar en televisión que no sea la telenovela, o las miniseries, por ejemplo.  Hay una o dos series que han tenido algún contenido o algo relevante que decir sobre está sociedad- Una de ellas se llama “Los Ochenta” y otra “Los Archivos del Cardenal”, Estas series se hicieron el año 2012, y no de inmediato con el retorno a la democracia.  A la gente que hizo esa serie, le costó sus buenos diez años que los medios aceptaran un programa así.

No es una cosa de poner dos horas para la cultura, sino qué tipo de cultura y a quienes se dirigen esos canales.  Lo que está pasando en Chile es que se esta tratando a los niños como consumidores y todo lo que hay entremedio para el publico es de quinta categoría, entre ellos el arte. Ese es el problema; es un problema muy arduo que no han enfrentado los políticos directamente: de esta manera los artistas siguen desvalidos en su soledad, pero los actores hacen una cosa que es muy noble.  Con el dinero que ganan en televisión montan obras de teatro, relevantes, interesantes, de vanguardia, a los cuales va poco publico, pero ellos tienen la nobleza de por lo menos el tratar de  hacer algo.




FELIZ AÑO NUEVO 2024